MARAT-SADE. De PETER BROOK
El marques de Sade en el cine y en el teatro "...Octavio Paz sugiere la siguiente aproximación conceptual a Sade...“El razonamiento que preside a toda la obra de Sade puede reducirse a esta idea: el hombre es sus instintos y el verdadero nombre de lo que llamamos Dios es miedo y deseo mutilado. Nuestra moral es una codificación de la agresión y de la humillación; la razón misma no es sino instinto que se sabe instinto y que tiene miedo de serlo..."

Escrita por Peter Weiss, novelista y dramaturgo de origen alemán que vivió prácticamente toda su vida en Suecia, fue publicada en 1963 es, sin duda, su obra más célebre. Apenas un año después de ser dada a conocer, es llevada a escena por la Royal Shakespeare Company, a cuyo frente se encontraba entonces el joven y brillante director de teatro Peter Brook.

La obra teatral en que se inspira la película homónima, cuyo título original es: “La persecución y el asesinato de Jean-Paul Marat, como fue representada por los internos del Manicomio de Charenton bajo la dirección del Marqués de Sade”, fue considerada como la mejor representación teatral de aquel año en el Reino Unido, tras lo cual es llevada a Broadway con el propio Peter Brook como director y con la compañía de actores de la RSC. El éxito que logra allí es tal que obtiene el codiciado "Tony" ( galardón a lo mejor obra de teatro de la temporada, equivalente a los Oscares).
Con la versión cinematográfica de la obra de teatro, Brook nunca pretendió hacer un mero "teatro filmado", por el contrario –con inteligencia, depurada sensibilidad y gran pulso-, se esmeró por respetar los códigos propios, las posibilidades, limitaciones y características propias del cine; el resultado de la empresa es memorable, quizá por ello hoy no se siente para nada envejecida, tanto por sus planteamientos de índole intelectual, política, filosófica, sociológica y existencial, así como los recursos plásticos escénicos en que se apoya.

La genialidad del film no es resultado de una paternidad única, sino resultante de la conjunción de varios factores: las obras escritas por el Marqués de Sade , “huésped” durante siete años en la legendaria prisión francesa de La Bastilla, destinadas a ser interpretadas por los enfermos mentales del Manicomio de Charenton, la relectura de las obras del Marqués de Sade efectuada por Peter Ulrich Weiss, con una organización inteligente y aportes que derivan en una concepción verdaderamente original y propia, cuya solución artística desparrama agudeza intelectual, capacidad analítico-crítico comprensiva, conocimiento de causa y un humor negro corrosivo y finalmente la valiosa y decisiva contribución de Peter Brook cuyos conocimientos artísticos y técnicos convergen para dar forma decisiva a la película, sin olvidar la magnifica contribución actoral de los integrantes de la Royal Shakespeare Company.

La influencia, complejidad y novedad de esta película inexplicable de 1966 llega a tal extremo que ni con posterioridad podemos encontrar algo de similar factura, a excepción de alguna película como el "Looking for Richard" de Al Pacino.

Pelicula imprescindible de ver, a ser posible más de una vez.